jueves, 27 de septiembre de 2018


Y se llamaba ANES-TASIA

Hoy te  quiero escribir a ti Anastasia que te convertiste en mi anestesia…
Creí que jamás me iba a volver a ilusionar con algo o con alguien, tú más que nadie conocías mis penumbras, mi ausencia en la caricaturesca vida, mi imposibilidad de expresar mis sentimientos, mi angustia por sentir que no era merecedor de ninguna cosa, conocías la tristeza que se transportaba entre  mis venas al no encontrar un verdadero amor. Pero tú Anastasia... fuiste  aquello que me electrocutaba,  que me anestesiaba de profunda emoción. Mi mayor antídoto eras tú,  mi deseo se produjo en el centro de tu corazón, me enceguecí  con tu Anestesia, con tus adornos del alma. Pero hoy sólo puedo decir que fuiste mi gran ANESTESIA-ANASTASIA.

1 comentario: